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La epopeya de Gilgamesh, la obra épica más antigua de la humanidad

Actualizado: 20 jun 2020


La epopeya o poema de Gilgamesh es la obra de poesía épica más antigua que se conoce. Se calcula que fue escrita entre los años 2150 y 1400 a.C. y está compuesta por 5 diferentes poemas sumerios independientes. Se encuentra escrita en verso y narra las aventuras de Gilgamesh, rey semidios de la ciudad de Uruk. En el poema se explora la lucha de Gilgamesh contra los dioses, el miedo a la muerte, la búsqueda de la inmortalidad y del sentido de la vida.


El poema inicia narrando la grandeza del rey, su linaje divino y cómo alzó las primeras murallas de Uruk. Sin embargo, su pueblo estaba descontento por sus abusos y pidió a los dioses que detuviesen a Gilgamesh. Ante esto los dioses deciden castigar a Gilgamesh por su tiranía y arrogancia. Es así como el dios Anu llama a la diosa Aururu, diciéndole: “Tú, Aruru, creaste [el hombre]; Crea ahora su doble; Con su corazón tempestuoso haz que compita. ¡Luchen entre sí, para que Uruk conozca la paz!”. Y de la arcilla Aruru creo a Enkidu, guerrero valiente, cuyo cuerpo estaba cubierto de pelos y tenía cabello era largo como el de una mujer. Enkidu empezó a transitar por la tierra, rodeándose de la fauna, viviendo de la naturaleza y molestando a los pastores y cazadores de la zona.


Un cazador se topó con Enkidu y al verse incapaz de llevar a cabo sus tareas, decidió informarle a Gilgamesh sobre la presencia de este poderoso ser. Gilgamesh dijo al cazador que llevase consigo a una ramera mientras fuese de caza, señalándose que se quitase su vestido mientras Enkidu abrevara a los animales, para de esta forma distraerlo. Así hizo el cazador, y el contacto con la mujer empezó a civilizar a Enkidu al grado de que tras 3 noches juntos había dejado de ser una bestia. Enkidu decide casarse con la mujer, y se dirigieron a Uruk para celebrar su matrimonio. Gilgamesh decidió ir al festejo para ejercer su derecho de pernada (facultad para dormir con las mujeres antes que sus esposos), el cual irritaba a la población. Sin embargo, Enkidu frenó a Gilgamesh y empezaron a luchar. Tras una gran batalla Enkidu es vencido. Después de esto los guerreros se hacen amigos, y Gilgamesh integra a su familia a Enkidu, quien carecía de una.



Gilgamesh y Enkidu emprenden aventuras juntos. Durante un viaje a los bosques se enfrentan y matan al gigante Humbaba, demonio del bosque de cedros. Esta hazaña llamó la atención de la diosa Inanna (Ishtar en Babilonia), quien intenta seducir a Gilgamesh. El rey rechaza a la diosa, mencionándole el triste desenlace que habían tenido las vidas de sus amantes. Ante esto Inanna se enfurece, y despechada envía al Toro del Cielo para matar a Gilgamesh. Enkidu acude al rescate de su amigo y logra salvarlo acabando con la vida de la bestia. Este suceso provoca que los dioses condenen y maten a Enkidu. Agobiado por el dolor y dándose cuenta de su mortalidad gracias al fallecimiento de su amigo, Gilgamesh empieza a reflexionar sobre el significado de la vida y el valor de las hazañas humanas ante la inevitable llegada de la muerte.


Gilgamesh entonces, se desprende de toda vanidad y orgullo y emprende un viaje para encontrar el significado de la vida y una forma de vencer a la muerte. Su objetivo era encontrar al único sobreviviente de la gran inundación (o diluvio universal), Utnapishtim. Para ello cruzó montañas y navegó por los mares, hasta llegar a los confines del mundo. Finalmente se encuentra con Utnapishtim, quien le pone un reto para alcanzar la inmortalidad: debía permanecer despierto durante 6 días y 7 noches. Gilgamesh fracasa y Utnapishtim lo envía de regreso a Uruk.



Ante esto la esposa de Utnapishtim le pide que se compadezca de Gilgamesh, y éste le cuenta al rey sobre la existencia de una planta en el fondo del océano que le haría joven de nuevo. Gilgamesh emprende la búsqueda de la planta, y amarra una par de rocas a sus pies para poder caminar sobre el lecho marino. Al conseguirla decide probar sus efectos en un hombre viejo de Uruk pero la descuida al bañarse en la orilla de un lago, donde una serpiente se la roba y cambia de piel de repente. Según otras interpretaciones Gilgamesh debía permanecer despierto para proteger la planta, pero se duerme y ésta es comida por la serpiente. Al no haber ganado la inmortalidad, el barquero Urshanabi lo lleva de vuelta a casa, donde la contemplación de sus grandes muros le hace alabar el trabajo duradero.


De esta obra pueden destacarse las referencias a la gran inundación o diluvio universal, y la contraparte de personajes de otras religiones y mitologías que narran una historia similar. También la reflexión sobre la brevedad de la vida y su sentido, presente en obras posteriores y guía de corrientes filosóficas como el estoicismo. Sin duda es curioso ver cómo un pasaje de hace 4.000 años va más allá de la épica narrada y entra en explicaciones sobre temas complejos. Realmente es recomendable su lectura no sólo por el entretenimiento que generan las aventuras narradas, sino también por las bonitas reflexiones que deja y la utilidad de éstas en la actualidad.

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