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Hermes Trismegisto y el hermetismo

Actualizado: 21 jun 2020

Hermes Trismegisto es el nombre que se dio a un personaje surgido del sincretismo religioso entre el dios griego Hermes y el dios egipcio Toth. También se le ha relacionado con el mismo Abraham bíblico. Trismegisto significa en griego "tres veces grande", y es descrito como el creador de la alquimia y del hermetismo. Según fuentes medievales Hermes fue un sabio y profeta pagano que vaticinó la llegada y dominio del cristianismo, y se le atribuyó la autoría de múltiples trabajos de alquimia y filosofía. Se piensa que los griegos elaboraron este sincretismo pero no rindieron culto a este personaje, mientras que los cristianos le dieron su nombre.

Con el paso del tiempo la naturaleza divina de Hermes fue desapareciendo. De esta forma surgió un personaje histórico al que también se le atribuyó la redacción del "Libro de Toth". Existe una creencia de que esta obra de alrededor de 20.000 años de antigüedad confiere enormes poderes a su poseedor y contiene grandes secretos sobre varios mundos. Se piensa que las obras de Hermes desaparecieron durante el incendio de la biblioteca de Alejandría provocado por Júlio César (48 a. C.), sobreviviendo apenas algunos fragmentos de las mismas traducidas al griego.



El hermetismo es una tradición filosófico-religiosa basada en los textos de Hermes Trismegisto. Defiende la existencia de una teología única y verdadera que el Dios supremo enseñó al hombre en la antigüedad, y que se encuentra presente en todas las religiones. Este pensamiento influyó en la tradición esotérica occidental, así como en los pensadores del Renacimiento y la Reforma.

El hermetismo establece la existencia de una triada base de la creación. En primer lugar está Dios, creador y arquitecto del universo. Todo existe gracias a él y no puede hacerlo fuera de él. Su aliento y energía crearon el universo y su voluntad es que las cosas sean. En segundo lugar está el cosmos, la realidad en la que Dios mueve a los astros y mantiene unida a la cadena de entes que forman el universo.

Por último encontramos al hombre, el cual es imagen del cosmos. A su vez, el cosmos fue creado para que el hombre contemple a Dios. El hermetismo tiene la creencia de que hay algo divino en la naturaleza humana, y que el hombre es un microcosmos en sintonía con el cosmos. Se nota una exaltación al ser humano, lo cual hizo que se apreciara esta doctrina durante el Renacimiento y se distanciara de doctrinas como el gnosticismo, que despreciaba la conexión entre el hombre y la naturaleza.

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