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El mito de la Atlántida

Actualizado: 21 jun 2020

Atlántida es el nombre de una isla mítica​ en la cual habitaba una civilización bastante avanzada y con enorme poderío militar en la antigüedad. Las primeras referencias sobre la existencia de esta civilización se encuentran en los Diálogos de Platón, en específico en los de Timeo y Critias. En estos diálogos la civilización atlante es mencionada como una potencia militar que existió nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón (alrededor de 11.000 años en la actualidad), fuente del relato según Platón. Aquí se menciona que la Atlántida estaba ubicada más allá de las Columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar)​ y se la describe como más grande que Libia y Asia Menor juntas.


Según estas fuentes, el poderío de la Atlántida fue tan grande que llegó a dominar el oeste de Europa y el norte del África, y que se hundió en el océano después de intentar conquistar la totalidad del Mediterráneo y ser derrotados por los atenienses. Se menciona que una catástrofe (la cual que no se describe con exactitud) hizo desaparecer a la isla y a sus habitantes en un solo día. Se decía que el mar donde estaba la Atlántida (Océano Atlántico) se volvió innavegable, lo cual podría ser una de las causas por las cuales los pueblos de la antigüedad no se atrevían a navegar más allá de las Columnas de Hércules (este suceso también pudo deberse a la creencia de que dicho lugar era el final del mundo). Resulta curioso que los pueblos griegos olvidaran dicho suceso, mientras que en Egipto se preservara dicho relato.


En el diálogo de Timeo, Critias cuenta la historia a Timeo, Sócrates y Hermócrates, mencionando que su abuelo (también llamado Critias) le relató la historia de la Atlántida, siendo el segundo muy mayor (contaba casi noventa años y su nieto diez). Según la obra el anciano manifestó que este relato llegó a sus oídos de parte de Solón, el célebre legislador ateniense, amigo y pariente del bisabuelo de Critias, de nombre Drópidas. Solón la había oído de unos sacerdotes egipcios en la ciudad egipcia de Sais, situada cerca del delta del río Nilo, quienes conservaban el relato en sus libros sagrados. De esta forma, la línea de transmisión del relato se presenta de la siguiente manera:


Sacerdotes egipcios à Solón à Critias el viejo à Critias el joven à Timeo, Sócrates y Hermócrates


Platón consiguió hacer que la historia fuese creíble al dar una sensación de lejanía y antigüedad combinada con la introducción de personajes históricos como Solón (quien había sido citado como fuente de autoridad en obras como el Banquete y la República). Además, ubicar en Egipto el origen el relato le daba mayor credibilidad. Los griegos consideraban a esta tierra como la cuna del conocimiento en la Antigüedad, siendo tradición que los filósofos y hombres importantes de la sociedad griega viajasen a Egipto para adquirir sabiduría.


En el diálogo Critias, continuación de Timeo, se describe la topografía, organización política y militar, la decadencia y el castigo divino que cayó sobre la Atlántida. Se cuenta en el diálogo que los dioses hicieron un reparto de la tierra entre ellos, correspondiéndole Atenas a Hefesto y Atenea, mientras que la Atlántida sería para Poseidón. De la unión del dios del mar con Clito salieron 10 hijos (5 pares de gemelos) entre los cuales repartió el gobierno de la isla. Al primogénito lo llamó de Atlas (el cual no debe ser confundido con el titán Atlas, encargado de soportar la bóveda celeste según la mitología griega), rey de los demás y gobernante de la parte central de la isla. Al resto los nombró gobernadores de los 9 territorios restantes. El gobierno se transmitía de padres a hijos.


Se dice que la isla era tan rica que suministraba a sus habitantes todo lo necesario para vivir. La abundancia de agua contribuyó a la existencia de una riqueza natural inigualable: muchos minerales, (entre ellos el oricalco, llamado también cobre de la montaña y cuya existencia puede ser imaginaria) gran vegetación, variada fauna (dentro de la que se encontraban enormes toros y elefantes), jugos naturales, legumbres, frutas, y sustancias fragantes y olorosas. Gracias a esta riqueza natural, los atlantes pudieron construir templos, palacios reales, puertos, arsenales y demás edificaciones.


Poseidón cercó la isla con anillos alternos de agua y tierra para que fuese inaccesible desde el exterior. La isla central se comunicaba con el mar al abrir los anillos de tierra y permitir que entrase el agua del exterior al interior de la isla. También se construyeron puentes en los anillos de tierra para el paso de mercaderías. En la acrópolis de la isla central estaba situado el palacio real, rodeado por una gran muralla de piedras de color negro y blanco. En la acrópolis había dos templos consagrados a Clito y a Poseidón; los cuales estaban rodeados por murallas de oro.


En cuanto a su organización militar, en la isla central había un jefe militar representante de cada uno de los 9 territorios. Éstos daban apoyo defensivo en caso de guerra y debían proporcionar una cantidad específica de soldados. A pesar de ello, las otras nueve regiones manejaban sus asuntos militares de forma autónoma. Los reyes de cada región tenían la potestad de castigar y matar a quien quisieran, lo cual no significaba un estado de tiranía. Existía en el templo de Poseidón una columna de oricalco que contenía las leyes que regían a los gobernantes y la vida de la comunidad.


Los atlantes vivieron durante muchas generaciones en un territorio con abundantes recursos. Esta tranquilidad les permitía resolver los asuntos cotidianos sin llegar a situaciones de inestabilidad política ni económica, dando poco valor a los bienes materiales. Sin embargo, en un momento dado se volvieron arrogantes, codiciosos y sacrílegos. Zeus decidió ponerles un castigo para volver a convertirlos en seres modestos y prudentes, provocando el hundimiento de la isla y la destrucción de esta civilización. En este punto se interrumpe el relato en Critias, y no se especifica cual fue la catástrofe que acabó con la Atlántida ni qué fue de sus habitantes.


Bibliografía y referencias


Platón, Obras completas, Timeo, edición de Patricio de Azcárate, tomo 6, Madrid 1872

Platón, Obras completas, Critias, edición de Patricio de Azcárate, tomo 6, Madrid 1872

José María Pérez Martel, La Atlántida en Timeo y Critias: Exégesis de un mito platónico, en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4276707.pdf

Froidefrond, Ch. (1971): Le mirage égyptien dans la litterature grecque d’Homère à Aristotle, Aix-en-Provence y Hartog, F. (1986): “Les Grecs égyptologues” en Annales ESC 5: 953-967.

Pero eso es otra historia, MITOS Y LEYENDAS 6: Mitología Griega (3ª parte) El Mito de la Atlántida (Y Lemuria, Mu e Hiperbórea) en: https://www.youtube.com/watch?v=Khj_5W2yafc

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